Gran momento en cada operación de compra venta, que también se puede dar en cualquier ámbito de la vida, que llega tarde o temprano, pero que siempre llega, la famosa” negociación” mal relacionada con discusión, pelea o discordia. Con solo nombrar la palabra las partes toman sus espadas y se baten a duelo para defender sus intereses, no importa quien muera en el camino de esta larga batalla, lo importante es GANAR, bueno esa idea bastante común es la interpretación errónea más popular que podemos encontrar, así que a partir de ahora vamos a seguir un modelo de negociación probado mundialmente que es el método HARVARD.
Primero tenemos que aprender a separar el problema de la persona, solemos en negociaciones importantes atacar a la persona en vez del problema, este momento es cuando se pierde el foco y es más difícil encarrilar la comunicación ya que convertimos algo empresarial o profesional en algo personal GAME OVER, si en vez de hacer esto nos sentamos con la otra parte del mismo lado de la mesa para atacar el problema de forma conjunta y buscar soluciones el resultado va a ser totalmente distinto.
Luego es muy importante , poder conocer los intereses de la otra parte, no fijar una única posición sino intentar ser flexible para adaptar la solución beneficiosa para ambas partes, hay que leer entre letras una cosa es lo que nos dicen, pero lo que tenemos que realmente ver es porque nos dicen esto, que necesitan realmente, siempre pensemos que si están sentados negociando es que algo quieren ganar o algo no quieren perder, sea cual fuese la respuesta tienen interés en la reunión, tenemos que descubrir la motivación y tomar posición con una lectura de todo el tablero.
Desde este lugar, es más sencillo ser creativo y poder buscar soluciones colaborativas, teniendo como norte ser legítimo y objetivo para beneficio de ambas partes, recordemos que un negocio trae más buenos negocios cuando las dos partes se van satisfechas, eso no quita que podés ganar una negociación aprovechándote de una situación y masacrando a la otra parte por tu posición, pero si el día de mañana cambia podría ser complejo para tu negocio, sin rencores se trabaja mejor.
Podemos decir que despersonalizando la negociación es más fácil encontrar el problema y buscar la forma de que ambas partes tengan lo que necesitan, "A menudo nos encontramos con grandes oportunidades, disfrazadas de situaciones imposibles".